Tuck Tuck!

La vida bajo el sol

Después de unas semanas en Ko Lanta empezamos a definir ciertas rutinas: desayuno en casa ("banana shake" es muy popular entre los niños, avena con mango es lo que prefieren los grandes), relax en casa, playa. Si no es día de buceo, es día de excursión. Entonces partimos todos en busca de Gong (nuestro taxista oficial) que suele estar a la vera del camino justo debajo de donde vivimos. A los chicos les encanta viajar en camioneta y poder mirar por las ventanillas mientras recorremos la isla.

Emma no es ninguna fanática de la playa (demasiada arena para su gusto) Pero de vez en cuando se relaja y disfruta. Noah, en cambio, es un fanático. Ahí puede correr sin que nadie lo esté frenando y revolcarse al estilo "milanesa".

Pero lo mejor de todo es terminar el día comiendo sandía fresca y mirando la puesta del sol!

Tailandia!!!

Bueno, ya no da para poner imágenes de todo lo que hicimos en Argentina durante diciembre y enero... Sepan disculpar la falta de información y de fotos. Vamos a mejorar!
Ahora hacemos un salto en el tiempo y en el espacio y nos transportamos al otro lado del globo, que es donde estamos ahora. Desde Koh Lanta, en el suroeste de Tailandia, les van a llegar nuestros saludos.
Por ahora no hemos explorado mucho, porque nos estamos recuperando del cambio horario que nos dejó agotados. Diez horas hay que sumarle al reloj argentino! Pero el sábado nos sacudimos la modorra y fuimos a abastecernos al mercado de la Salah Dan. Pese a nuestros esfuerzos, nunca pudimos descifrar qué corno eran algunos víveres de aspecto extraño.... pero frutas y verduras compramos en cantidad y nuestros desayunos parecen de un hotel cinco estrellas.